I
Ambrose Gwinett Bierce nació el 24 de junio de 1842 en un punto desconocido, cerca del río Horse Cave, en el condado de Meigs, Ohio, siendo el décimo de los trece hijos de Marcus Aurelius Bierce y Laura Sherwood, y su muerte sigue siendo un misterio: desapareció en Chihuahua, México, a inicios de 1914 —con unos 71 años de edad—, después de cruzar la frontera para unirse al ejército de la División del Norte durante la Revolución Mexicana. Comandante del Ejército de la Unión durante la Guerra Civil Norteamericana, topógrafo; vehemente, inexpugnable y famoso periodista, editorialista y director de diarios de la cadena Hearst; ensayista, cuentista, poeta; crítico literario; escritor de horror psicológico y sobrenatural; humorista satírico, crítico y sardónico; creador del famoso Diccionario del Diablo (1911); iconoclasta, misántropo: Sus varias dedicaciones, de la mano de su agria y a la vez aguda y certera perspectiva de la naturaleza humana y sus invenciones, le llevaron a ganarse el apodo de Bitter Bierce: ‘El Amargo Bierce’. Maestro del cinismo y el horror, los más rigurosos críticos lo sitúan entre las corrientes gótica, y del realismo y el naturalismo.
Bierce es también un «personaje» mitificado, y esa imagen comúnmente tiende a resultar tanto o más interesante que su labor como escritor. En general, la esencia del personaje-mito de Bierce es una mezcla de dos grandes rasgos: el misántropo sombrío y el sabio idealista. Es necesario advertir que, al respecto de los datos biográficos de Ambrose Bierce, podría realizarse actualmente una variada y extensa lista de fuentes —de fechas tan lejanas como recientes— que divergen y puntualizan hechos prácticamente inverificables y a veces extravagantes rumores, mitos o charlatanerías en torno a él y las situaciones en las que vivió. No obstante, pueden encontrarse fiables al menos un esbozo biográfico sobre la vida de Bierce, hecho por Vincent Starrett (1920) y el documental The Life and Various Deaths of Ambrose Bierce de Kirk Whitman (2016); pero sobre todo la biografía hecha por Carey McWilliams (1929), titulada Ambrose Bierce, A Biography.
II
Desde 1881 hasta su desaparición en México, Bierce fue el “maestro” de escritores como Herman Scheffauer y George Sterling, e influenció a muchos otros posteriormente; entre estos: Howard Phillips Lovecraft, Robert William Chambers, Ray Bradbury, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Rodolfo Walsh, o el filósofo Emil Cioran, además de los que entran en lo inconmensurable. Kurt Vonegut consideraba que Un Incidente en el Puente de Owl Creek era “el más genial cuento norteamericano”. Sus historias sobre la Guerra Civil influenciaron a autores como Stephen Crane y Ernest Hemingway. En vida lo conocieron Jack London y Mark Twain, con quien fue de gira a Europa a promocionarse.
Algunos autores conocidos que también se influenciaron de Bierce llegaron a retratarlo literariamente; entre estos: Ray Bradbury, Jack Finney; Winston Groom, en El Paso (2016); Robert Heinlein; Don Swaim en The Assasination of Ambrose Bierce: A Love Story (2015); Oakley Hall, con su serie de novelas en las que Bierce resuelve misterios durante sus años de periodista en San Francisco (al modo del Auguste Dupin de Poe, el Hércules Poirot de Agatha Christie o Sherlock Holmes); y Carlos Fuentes, con Gringo Viejo (1985), quien decidió novelizarlo por su “admiración hacia Ambrose Bierce y sus Cuentos de Soldados y Civiles”.
Sir Arthur Conan Doyle, en su ensayo sobre su biblioteca personal, Trough the Magic Door (1907), señala al lector: “Hablando de extrañas historias americanas, ¿alguna vez has leído alguna de las obras de Ambrose Bierce? Tengo uno de sus trabajos aquí: In the Midst of Life. Este hombre tenía un sabor muy propio, y era un gran artista a su manera. No es una lectura alegre, pero deja su marca en usted, y esa es la prueba de un buen trabajo”.
III
El famoso escritor de terror y ciencia ficción de Providence, Rhode Island, Howard Phillips Lovecraft (1890-1937), dio su crítica literaria sobre la escritura y naturaleza del horror en los relatos de Ambrose Bierce en varias páginas su ensayo Supernatural Horror in Literature; en el que realiza un recorrido amplio por las obras y destrezas de los escritores del género. Este ensayo de Lovecraft fue publicado originalmente en 1927, en la revista The Recluse, que tuvo una única edición, y posteriormente fue incluído en 1965 en su libro Dagón y otros cuentos macabros.
Bierce fue uno de los maestros del horror de Lovecraft; al igual que Edgard Allan Poe, Nathaniel Hawthorne, Arthur Machen, Lord Dunsany, Algernon Blackwood, Montague R. James, William Hope Hodgson y Robert William Chambers; este último a través del cual retomó elementos de un par de cuentos de Bierce —de Haîta, el Pastor y Un Habitante de Carcosa— para los Mitos de Chtulhu. Los elementos que Lovecraft retomó de Bierce lo hizo a través del libro de cuentos The King in Yellow, de Chambers. En particular, fueron dos creaciones de Bierce las que reutilizó Lovecraft: el dios Hastur y la ciudad de Carcosa. Bierce creó al dios Hastur en su cuento Haîta, el Pastor; y es una deidad a la que el personaje que da título al cuento le rinde devoción para que proteja su rebaño de ovejas. Este cuento no es propiamente de horror, sino de un carácter alegórico que representa la complicada relación entre el hombre y la felicidad. El dios Hastur fue utilizado por Chambers, que le dio un carácter oscuro; Lovecraft después lo convirtió en una deidad terrorífica. A su vez, la mítica ciudad de Carcosa —del cuento de terror de Bierce, Un Habitante de Carcosa— también fue utilizada por Chambers; Lovecraft la retomó y la convirtió en uno de los centros místico-religiosos de su universo. No obstante, a pesar de lo indirecto de los elementos que retomó Lovecraft de Bierce, conocía de este sus narraciones y sus méritos como cuentista de horror y de eventos sobrenaturales, tenebrosos o fantásticos; así como también identificaba aspectos negativos, según su propio criterio; principalmente el estilo y la forma de escritura.
En sus palabras, como encontrará el lector más adelante: “los cuentos son obviamente mecánicos, y dañados por un estilo vulgar y artificioso derivado de modelos periodísticos”; sin embargo, Lovecraft sostenía también que «algunos resaltan como permanentes cumbres de la narrativa de terror norteamericana». Recuperamos, finalmente, algunas de las consideraciones de Lovecraft sobre Ambrose Bierce:
Entre los primeros discípulos de Poe debe resaltarse al brillante joven irlandés Fitz-James O’Brien (l828-1862), quien se naturalizó norteamericano y murió honrosamente en la Guerra Civil. Fue él quien escribió What was it? (¿Qué fue eso?), el primer cuento de valor literario acerca de una criatura tangible a la que nadie puede ver, y prototipo de El Horla de Maupassant. O’ Brien fue también el creador del inimitable cuento La Lente de Diamante, en donde un joven microscopista descubre a una ninfa en el mundo infinitesimal de una gota de agua y se enamora de ella. La temprana muerte de O’Brien indudablemente nos privó de algunos cuentos magistrales de extrañeza y terror. Aunque su genio no era, estrictamente hablando, de la misma cualidad titánica que caracterizaba a Poe y a Hawthorne.
Más cercano a la verdadera grandeza era el excéntrico y taciturno periodista Ambrose Bierce, nacido en 1842; quien también luchó en la Guerra Civil, pero sobrevivió para escribir algunos cuentos inmortales y desaparecer en 1913, en una nube tan grande de misterio como cualquiera de las que él invocó en su pesadillezca fantasía. Bierce fue un satírico y panfletista de fama, pero lo principal de su reputación artística reside en sus amargos y salvajes cuentos; una gran parte de ellos relacionados con la Guerra Civil y que constituyen la más vívida y realista expresión literaria de ese conflicto. Virtualmente, todos los relatos de Ambrose Bierce son cuentos de terror; y mientras muchos de ellos tratan tan solo de los horrores físicos y psicológicos en los límites de la naturaleza, una parte substancial admiten la presencia de lo malignamente sobrenatural y forman un conjunto destacado en el acervo de la literatura fantástica norteamericana.
La obra de Ambrose Bierce es, en general, despareja. Muchos de los cuentos son obviamente mecánicos, y dañados por un estilo vulgar y artificioso derivado de modelos periodísticos; pero la amarga malevolencia que merodea a través de todos ellos es inconfundible, y algunos resaltan como permanentes cumbres de la narrativa de terror norteamericana.
Aquí, Lovecraft recomienda los cuentos The Death Halpin Frayser, The Damned Thing, The Suitable Surroundings, The Middle Toe of the Right Foot y The Spook House. Y finaliza:
Ambrose Bierce rara vez consigue plasmar las posibilidades sugestivas de sus temas en forma tan vívida como lo había logrado Edgar Allan Poe, y buena parte de su obra contiene un cierto toque ingenuo —de prosaica angulosidad o provincialismo norteamericano— que contrasta en cierta medida con los esfuerzos de los actuales maestros del terror. No obstante, el carácter genuino y artístico de sus tenebrosas concepciones es siempre evidente, por lo cual su grandeza no corre peligro de eclipsarse. Los cuentos fantásticos de Ambrose Bierce aparecen en dos volúmenes de sus obras completas: ¿Pueden Suceder Tales Cosas? (Can Such Things Be?) y En Medio de la Vida (In the Midst of Life). El primero de ellos está íntegramente dedicado a lo sobrenatural.